Estoy segura que casi todas las mujeres, hemos deseado alguna vez, aunque sea por escasos segundos, haber sido hombres y no precisamente por que nos guste jugar al fútbol o participar en cuanta competencia se nos presente. Yo creo que la respuesta seria, por que ellos la suelen pasar mejor.
Desde que nuestras dulces mamás empiezan a llamarnos “mujercitas” es decir, desde que pasamos de nuestra alegre niñez a la molestosa adolescencia, nuestra precisa y justa homogeneidad con el varón llega a su fin y pasamos de ser niñas juguetonas con coletas y pantalones cortos a ser las aburridas “señoritas” con faldón o polos largos para disimular ciertas notorias diferencias, en un principio tortuosas y unos años mas tarde glamorosas. Pues si, me refiero al molestoso ciclo menstrual, regla o como lo quieras llamar. A partir de este suceso… No volverás a ser la misma.
Continuando con los años, soportando cada mes, los molestos cólicos, dolor de cabeza, nauseas, cambios de ánimos constantes y la infinidad de malestares que tienes o crees tener en esos molestosos 5 días. Sin mencionar a esas heroínas a quienes les dura 10 días.
Pasamos los años lidiando con nuestros pequeños problemas de carácter y nos encontramos en el dilema de las tormentosas fiestas de fin de curso, donde debemos esperar la sagrada voluntad de los “distinguidos” varones para que nos inviten a la tan esperada celebración. Aunque ahora las cosas han cambiado, las señoritas ya no esperan ser invitadas, ahora se divierten solas…. Pero a la hora de baile ¿También lo hacen solas?, en fin.
Y aquí no termina el drama, si bien es cierto para las mujeres es mucho más sencillo ser aceptada en un puesto de trabajo, o al menos adquirir unos puntos más que el varón en una entrevista de trabajo. No se debe precisamente a nuestra habilidad en responder preguntas, sino, muchas veces en nuestra manera de sonreír o hasta la prenda que llevamos puestas. Un gran riesgo el que corremos las mujeres, ser despedidas antes de poder acusar de acoso sexual. Pues si o han escuchado el caso de un hombre acosado por su jefe… pues no.
Aunque no lo crean y con temor a ser criticada por lo que mencionaré, hasta el sexo es cosa complicada. No podemos negar que el placer sexual y la satisfacción antes durante y después de una relación es gratificante para ambos sexos, pero, que mujer no recuerda su primera relación sexual. Soy capaz de decir que para muchas, no fue nada placentero y si bastante grosero.
Y la cosa no termina allí, o sino pregúntenles a sus madres, quienes son las que no duermen toda la madrugada cuando llorábamos de bebes o quienes madrugan para preparar el té, quienes se acuestan después de que los niños duerman y quienes sufren vergonzosos bochornos y dolores de cabeza al darle la bienvenida a una molesta menopausia, que se ensaña con nuestro metabolismo y con nuestras hormonas.
Luego de estas breves palabras… te animas a responder
¿Alguna vez quisiste ser mujer?....
Desde que nuestras dulces mamás empiezan a llamarnos “mujercitas” es decir, desde que pasamos de nuestra alegre niñez a la molestosa adolescencia, nuestra precisa y justa homogeneidad con el varón llega a su fin y pasamos de ser niñas juguetonas con coletas y pantalones cortos a ser las aburridas “señoritas” con faldón o polos largos para disimular ciertas notorias diferencias, en un principio tortuosas y unos años mas tarde glamorosas. Pues si, me refiero al molestoso ciclo menstrual, regla o como lo quieras llamar. A partir de este suceso… No volverás a ser la misma.
Continuando con los años, soportando cada mes, los molestos cólicos, dolor de cabeza, nauseas, cambios de ánimos constantes y la infinidad de malestares que tienes o crees tener en esos molestosos 5 días. Sin mencionar a esas heroínas a quienes les dura 10 días.
Pasamos los años lidiando con nuestros pequeños problemas de carácter y nos encontramos en el dilema de las tormentosas fiestas de fin de curso, donde debemos esperar la sagrada voluntad de los “distinguidos” varones para que nos inviten a la tan esperada celebración. Aunque ahora las cosas han cambiado, las señoritas ya no esperan ser invitadas, ahora se divierten solas…. Pero a la hora de baile ¿También lo hacen solas?, en fin.
Y aquí no termina el drama, si bien es cierto para las mujeres es mucho más sencillo ser aceptada en un puesto de trabajo, o al menos adquirir unos puntos más que el varón en una entrevista de trabajo. No se debe precisamente a nuestra habilidad en responder preguntas, sino, muchas veces en nuestra manera de sonreír o hasta la prenda que llevamos puestas. Un gran riesgo el que corremos las mujeres, ser despedidas antes de poder acusar de acoso sexual. Pues si o han escuchado el caso de un hombre acosado por su jefe… pues no.
Aunque no lo crean y con temor a ser criticada por lo que mencionaré, hasta el sexo es cosa complicada. No podemos negar que el placer sexual y la satisfacción antes durante y después de una relación es gratificante para ambos sexos, pero, que mujer no recuerda su primera relación sexual. Soy capaz de decir que para muchas, no fue nada placentero y si bastante grosero.
Y la cosa no termina allí, o sino pregúntenles a sus madres, quienes son las que no duermen toda la madrugada cuando llorábamos de bebes o quienes madrugan para preparar el té, quienes se acuestan después de que los niños duerman y quienes sufren vergonzosos bochornos y dolores de cabeza al darle la bienvenida a una molesta menopausia, que se ensaña con nuestro metabolismo y con nuestras hormonas.
Luego de estas breves palabras… te animas a responder
¿Alguna vez quisiste ser mujer?....
bendita inteligencia de la perspectiva femenina... quizas no solo se trate de saberlo, si no de saberlo expresar. Sin duda te felicito, estimulas mi mente con tu manera de escribir.
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