TERRIBLEMENTE FALSA

Esta mañana desperté como casi todos los días, sintiéndome horrorosa… con unas ganas terribles de volver a la cama y dormir “cinco minutos mas” ,me acerque a la ventana y el ilógico frió de una burlona primavera me deprimió, pero me arme de valor y empecé mi “gran día” corriendo alrededor del parque por espacio de media hora…aunque muchos no comprendan y me critiquen ese y hacer spining son los mejores momentos de mi vida.

El día transcurre como el clima, frió, con vientos fuertes y tempestades dentro de una oscura oficina de prensa, donde tres seres indiferentes tratan de mezclar sus habilidades en busca de un solo fin… fin que no llega jamás… ¿por que las horas en el trabajo se vuelven interminables y las horas de sueño son tan cortas?.

Pensaran que soy una ociosa improductiva pero no lo soy… y es mas detesto a aquellas personas que pasan el día entero frente al computador, mirando la pantalla y escribiendo como locos, como si trabajaran cuando sólo se la pasan chateando, de esos hay muchos. Esta bien unas horas de relax… pero todo el día es un abuso y esos son los que mas ganan (que envidia) ya decía mi ex “el mundo es de los vivos, no de los sonsos” bueno él lo decía de otra forma, con otros términos menos agradables, pero eso es real.

Claro ejemplo de ello mi padre, extremadamente bueno, correcto, leal, honrado… el hombre perfecto, pero misio.

Siguiendo este consejo me convertí en una persona bastante responsable y poco tonta, gracias a mi impulsivo carácter y a mi excesiva desconfianza no me dejo reprochar por casi nadie y si lo quieren hacer o me cansan simplemente le digo adiós a los papeles y renuncio, pues si, a lo largo de mi vida profesional he ganado mas experiencia dejando chambas que estando en ellas.

Deben saber que soy periodista, aunque debí ser escritora o diseñadora pues eso es lo que hago mejor, tengo una gran facilidad para crear vivencias y esbozarlas, haciendo que el diseño recree una falsa realidad. Para algunos un arte para mí una publicación más.

Al fin, todos somos como mis inventos, nada es real, una cosa es que parezca real por el contorno o arreglos que le pongas. Un mundo de fantasía para gente plástica como nosotros, para la gran mayoría de nosotros que vive pendiente del “que dirán los demás” o que feliz o triste me puedan ver, que perfecto puedo ser para otros y que tan miserable me puedo sentir al estar solo, sin adornos… sin arreglos.

Y otra vez mirando desde la vitrina cual ventana o cual espejo, viendo el teatro de la ciudad o mirando mi rostro de plástico, llegando a la misma conclusión ¿soy o parezco un maniquí?